dijous, de desembre 28, 2006

Regalos II


Hay veces que sin ni siquiera pedir de forma explícita un regalo determinado, te llega. Tal vez la importancia de los regalos es saber valorar que lo son.... un regalo es algo que recibes de forma desinteresada. Este año, del que quedan ya muy pocos días, he recibido grandes regalos y uno de ellos de forma muy especial quiero pedirlo con todas mis fuerzas para seguir teniéndolo.

Me refiero a los amigos…… esos que están ahí desde hace un montón de años, con los que compartí adolescencia, estudios y casi las primeras cosas de todo: amores, desamores, las locuras, descubrir la literatura, la filosofía, el tabaco y tantas conversaciones….amigos a los que ves de vez en cuando, pero en esos nuevos encuentros no dejas de sentir las mismas sensaciones de hace muchos años…

Esos que fui conociendo en el trabajo, esos que han pasado la gruesa línea de ser mas que compañeros, esos con los que compartes las ganas de reír o incluso de llorar por las pequeñas cosas cotidianas…..

Otros amigos aparecieron cuando y donde menos lo esperabas, a la vuelta de cualquier esquina de, a veces, esta complicada vida…. Esos que fueron llenando tú tiempo, que provocaron la necesidad de hablar, de compartir retazos de vida, de pasado, de futuro, de sentimientos, de ideas….

Y este año… tropecé contigo, en otra parte del mundo, en un cúmulo de casualidades y de repente te conviertes en ese amigo especial con el que además se comparte piel, ternura, deseo… Y es que siempre he creído que uno de los grandes pilares del amor es la amistad: el respeto, la confianza, el sentirte cuidado, las ganas de compartir momentos, de hacer esos momentos especiales, de querer llenarlos de risas, porque cuando pasen los malos momentos también nos reiremos de ellos...

Vosotros sabéis lo bueno de los ratos compartidos, tan solo deciros que me he sentido cuidada, querida, que sois mi verdadera familia. Y me hacéis sentir como cuando me envuelvo en ese chal realizado en ganchillo con una preciosa y suave lana, ese que siempre había imaginado, ese que tanto busqué hasta encontrar. Vosotros sois los que envolvéis mi alma.


Que bueno que os encontré....