Apreciar

Parece que la primavera me ha devuelto la inspiración, y he retomado algo que tenía abandonado desde hace muchísimo tiempo: el placer de sentarme a escribir. Supongo que el impulso de coger boli y papel (porque sí, yo todavía escribo a la antigua usanza) es el resultado de los pequeños acontecimientos que se han ido sucediendo en los últimos meses...en el último año ya.

Tengo la sensación de que ahora todo fluye a mi alrededor de manera natural. Ya no hay altibajos, grandes euforias, tremendas decepciones. Todos es más...neutro. No quiero decir que me haya estancado en la escala de grises,ni mucho menos. Aprecio pinceladas de color en cada vivencia, en cada situación...una sonrisa, una mirada, un vino compartido con las amigas....En definitiva, apreciar todos esos pequeños momentos que, unidos, forman una paleta con multitud de tonalidades.

Y es que es fundamental apreciar....lo importante y lo que no lo parece; lo grande y lo pequeño; lo bueno y lo malo; lo que recibimos...y también lo que entregamos porque, aunque no lo parezca, aunque no lo creamos...en algún momento, en algún lugar, quizás inesperadamente...nos será devuelto.

Hace unos días, un amigo me confesó que alguien a quien quiso mucho en el pasado no supo apreciar su entrega. Me lo dijo de una forma tan sentida que activó mi pensamiento. Me gustaría decirle desde aquí que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos entregado sin reservas, y no siempre hemos recibido lo esperado. No puedo más que invitarle a escuchar, a él especialmente y a todos en general, una preciosa canción del magnífico Jorge Drexler, Todo se transforma.

...porque cada uno da lo que recibe...y luego recibe lo que da...

Es un pequeño regalo. Y espero que sepa apreciarlo.

Besos de colores para todos.