diumenge, de maig 28, 2006

Ausencias

Hoy nos hemos sentado, no podía ser de otro modo, después de que pasaras la otra noche encerrada en la cocina, no sirvió de mucho. Al día siguiente volviste a acampar por tus anchas, haces tuya mi casa, tomas posesión de ella, de mi vida y hasta de mi alma.

Te he esperado, me he sentado un escalón, ese donde me encuentro bien, donde me siento a oscuras y en silencio, a veces..... tan solo con la luz de una vela y algo de música..... desde este escalón observo la terraza, parte de la calle, la ciudad en la lejanía..... observo mi casa... mi vida.

Sabía que no faltarías, has provocado en mi la misma sensación de aquellos monólogos con mi padre, en los que la riña era perpetua y de mi sólo salían lagrimas, demasiadas voces acalladas.....

Te has sentado a mi lado y he vuelto a sentir el frío..... te he mirado y ya sabes tristeza..... no podemos seguir juntas, te he repetido que salgas de mi vida, te lo he suplicado, he llorado, entiéndelo es que no puedo con tu peso, ¡son demasiados años en mi vida!, has sonreído y has vuelto a mostrar esas imágenes en blanco y negro, sin sonido, sin voces......


Las imágenes de mi madre, sólo me quedan un par de recuerdos reales, los demás son inventados, no recuerdo nada habitual, ni cuando me peinaba...... recuerdo como reales las visitas al hospital, el día de su muerte, su entierro y siempre recuerdo su carencia, los miles de momentos en los que quería que estuviera conmigo.....

La sonrisa de mi hermano cuando era niño, la expresión de su cara, sus juegos que me hacían rabiar.... la adolescencia que nos separó y el abandono de su alma.... imágenes de la cárcel, de jeringuillas, de su búsqueda constante en mundos con caras idas, imágenes del miedo que me provocó..... del terror a la llamada de teléfono avisando de su muerte, llamada que aún espero.....

El autismo de mi padre, su indiferencia como forma de salvarse, mi incomprensión.... mi salida de su casa.... esos diez años de ausencia..... la falta siempre de un abrazo, ni tan siquiera tengo una sola imagen de mi padre abrazándome.....

Las preciosas imágenes de mi abuela, yo se que ella estaba orgullosa de mi... de mi sensatez, de mi constancia, de mis decisiones.... esas imágenes están llenas de ti, de tristeza, era consciente de la felicidad que me provocaba y estaba segura que los días que pasaban me alejarían de ella, las mañanas en las que le lavaba el pelo y le peinaba, recuerdo sus manos, el calor de sus manos......

Recuerdo la pesadilla de mi embarazo, del repentino nacimiento, recuerdo el terror de la proximidad de la muerte, recuerdo que susurraba constantemente que para perder a las estrellas no estaba preparada, que eso no..... recuerdo los días y las noches en las que constantemente lloraba y rezaba ( yo, que no creo en nada...)......



Tu lo entiendes, lo sabes, tienes que marcharte... yo no puedo continuar contigo.... son demasiados años..... no quiero que sigas en mi vida..... no quiero volver a levantarme después de una noche de insomnio, con los ojos anegados..... y no poder ni tan siquiera ir a trabajar..... es demasiado tiempo... demasiadas cosas...... lo tenemos que dejar!

Te has levantado, has rozado mi cabeza, mis rizos y ...... te has marchado..... de repente me has mirado y sonriendo me has dicho que por favor cuando llamen al timbre, abra la puerta, aunque por el videoportero no vea nada, que no sea incrédula y que abra..... y es que la felicidad que llama de vez en cuando a mi puerta es bajita!!!. Ahora se que no vas a volver, no te dejaré.....el temor es que el consejo de me has dado te sirva de excusa para intentar volver conmigo...... No tengo dudas.... cada vez que llamen abriré la puerta de par en par..... mira, he decidido que voy a abrirla de vez en cuando, que no tenga que llamar.



Por que cuando siento este calor veraniego sonrío y se que hace bastante tiempo que te marchaste. Por que hay ausencias que llenan de felicidad, por que los huecos que dejaste en mi han sido realmente fáciles de llenar.

1 comentari:

Corina Torregrosa ha dit...

Tus dos estrellas siguen contigo...y aún cuando decidan cambiar de órbita y se alejen de la tuya...seguirán siendo tus dos luceros y tú su epicentro.Es muy grande ser madre ¿verdad?.

Otra cosa: los fantasmas sólo acuden de noche...no dejes que se ponga el sol. Sonríe y sé feliz Reyes.

un besote
Corina